lunes, 28 de noviembre de 2011

EL LENGUAJE EN LA MODA


                Hace unos días estuve en un almuerzo con Agatha Ruiz de la Prada. Admiro mucho a esta mujer, no solo como diseñadora y empresaria sino como persona por sus ideas y visión tan particular de la vida. Entre las muchas cosas que dijo ese día, una de ellas se quedo dando vueltas en mi mente y hoy encontró salida en mi blog. Agatha dijo: “…La Moda es un lenguaje, y yo he tenido la suerte de que el mío es muy reconocible…”

            Entendemos el lenguaje como un sistema de comunicación fisiológico y psíquico que comunica conceptos en tres dimensiones: una de forma (verbal, escrita, visual, etc.); otra de contenido donde el significado es expresado en signos y símbolos; y una última de uso que tiene que ver con la circunstancia  en que se emite e interpreta un mensaje. 

            Lo primero que llama mi atención de esta definición es el paralelismo que se puede hacer con el proceso creativo del diseñador de moda: éste parte de una cosmovisión propia del mundo interpretada en un conjunto de prendas donde al igual que en el lenguaje existe forma (aspecto visual de las prendas), contenido (concepto y/o inspiración de la colección) y uso (asociado al contexto de  presentación de las prendas y a su futura utilización en el mercado de la moda).  Por otro lado, también me resulta sumamente interesante el hecho de que el “lenguaje” del diseñador, asociado tanto a sus procesos creativos como al resultado físico del mismo se vuelve por si solo un modelo de representación de la realidad que genera reacciones de identidad en el consumidor de moda: por un lado de identidad personal, en cuanto a que permite a los individuos que eligen determinado diseñador y /o firma ser únicos y reconocidos a través de las prendas que lucen; y por otro lado de identidad cultural, en cuanto a que genera en el consumidor un sentimiento de pertenencia al conjunto de valores que el diseñador y/o firma genera en torno a sí mismo, al país del que proviene y a su entorno socio-cultural.

            La Moda  maneja en su definición dos acepciones: por un lado es un mecanismo regulador de elecciones, en función de criterios subjetivos asociados al gusto colectivo;  y por el otro constituye tendencias repetitivas en ropa, accesorios, estilos de vida y maneras de comportarse que marcan o modifican la conducta de las personas. Podemos afirmar entonces que la moda por sí sola constituye un modelo de representación de una parte de la realidad, en cuanto a que genera mensajes sociales que son interpretados y asumidos por el consumidor de moda como parte de su existencia. Esta interpretación de la moda permite considerarla como objeto teatralizable, partiendo de una adecuada interpretación de los signos, símbolos y códigos que emite en cada instancia: a través del diseñador y/o firma, a través de los eventos de moda que desarrolla, etc. 

La Moda  por si sola crea situaciones comunicativas, situaciones en las que nos ponemos para interpretar y transmitir un mensaje de forma pertinente, y en este contexto la puesta en escena juega un papel fundamental, en cuanto a que  crea contextos situacionales utilizando las herramientas de las artes escénicas para comunicar el mensaje que nos quiere trasmitir un diseñador y/o firma de moda  cada temporada, respondiendo a sus procesos creativos del momento.

Probablemente las razones que mueven a un consumidor de moda sean mucho más sencillas que todo lo que he planteado, y simplemente respondan a gustos estéticos o poder adquisitivo. Pero me gusta pensar que el factor de identidad mueve al consumidor, creer que el mensaje que un diseñador y/o firma genera con su producto se vuelve un lenguaje claramente reconocible que mueve sentimientos e ideas en el cliente y le hace buscarlo. Y me gusta mucho más la idea de poder teatralizar ese lenguaje, de crear los mecanismos escénicos que hagan posible transmitir ese mensaje, esas prendas con concepto, a través de experiencias en desfiles o eventos que despierten los sentidos y que muevan internamente al consumidor, tratándolo en este sentido como un espectador teatral que se deleita con la moda como experiencia, más allá de las prendas.

Mientras esto sucede, les dejo algunas imágenes de moda con lenguaje propio…

                                             Agatha Ruiz de la Prada..o la Alegría



                                             Hussein Chalayan...o la tecnología


                                          Dolce & Gabbana... o la femminilità italiana


...Hasta nuestro próximo encuentro!!

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