JUGANDO CON EL ESPIRITU DE LA NAVIDAD

Cada año con el solsticio de invierno la tierra recibe una energía particularmente benéfica conocida desde tiempos remotos como el Espíritu de la Navidad. Su origen se remonta a los pueblos nórdicos y celtas, quienes celebraban su fe en torno a los fenómenos de la naturaleza. Para ellos, la llegada del invierno era el momento en el que la naturaleza se renovaba a sí misma para dar paso a mejores y más abundantes cosechas. En el invierno, la naturaleza entra en una etapa de aparente muerte y todo lo estructurado desaparece. De este simbolismo es de donde nace la petición de los deseos en el día del Espíritu de la Navidad, ya que el terreno vacío permite nuevas construcciones. Es propicio el momento también para revisar las acciones hechas durante el año, para ver qué proyectos se hicieron y cuáles quedan pendientes. Esta festividad toma la fecha del 21 de diciembre, día en que la Tierra entra en el Solsticio de Invierno, es decir, cuando el planeta se encuentra en el punto más lejano de su órbita respecto al sol; es la ocasión propicia para que, entre las diez y unos minutos pasada la medianoche (según el año) el Espíritu de la Navidad baje a la tierra y visite a los hombres de buena voluntad. Personalmente me encanta esta leyenda, pero sobre todo el estado anímico de ilusión y alegría navideña en los días previos a noche buena que trae consigo; por ello quise compartirla en el blog.

Cuando estudiaba diseño y estilismo de moda aquí en Madrid, hacíamos un ejercicio para trabajar con la inspiración: escogíamos un tema, y tratábamos de codificarlo en elementos de la realidad: por ejemplo, “si la inspiración fuera un coche sería un… si la inspiración fuera un dulce sería un…, si la inspiración fuera un lugar sería un…” y así sucesivamente con infinidad de posibilidades, para que, desde los elementos de la realidad con los que simbolizábamos la inspiración, pudiéramos crear referentes y formas a utilizar en el momento de diseñar.

En esta oportunidad, he querido recordar mi época de estudiante, y jugar al “si fuera un…” con el Espíritu de la Navidad. Lo imagino etéreo, delicado y elegante, lleno de magia, pero suave como el rocío de las mañanas de navidad:  

“Si fuera una canción navideña sería The Christmas Song de Mel Tormé y Bob Wells,  en esta oportunidad en versión de Andrea Bocelli y Delta Goodrem …” (Pueden escuchar el tema haciendo click en el nombre de la canción del reproductor a continuación)



Music Playlist at MixPod.com

“Si fuera un vestido de diseñador de alta costura sería un Valentino…”

“Si fuera un animal, sería un caballo…”

“Si fuera una bailarina de flamenco se vería más o menos así…”

“Si fuera una botella de perfume sería J`Adore de Dior…”

“Si fuera una bailarina de ballet su aspecto sería así…

“Si fuera un edificio de Madrid, sería el de las SGAE…”

“Si fuera una cantante de pop se vestiría de esta manera…”

“Si fuera un color sería el dorado…”

…Podría pasar horas y horas fantaseando miles de posibilidades. Y a ustedes cuántas más se les ocurren?. Les invito a compartirlas conmigo!!

    Por lo pronto, deseo que pasen una Feliz Noche Buena, rodeados de sus seres queridos y que esté llena de paz y alegría. Nos vemos la próxima semana con el último post del año!!!.