lunes, 29 de octubre de 2012

MODA Y SEDUCCIÓN


Frecuentemente encontramos escritos que desde diferentes perspectivas temáticas  nos hablan de la "Seducción" como un fenómeno de fuerte connotación sexual, y en este sentido, todos los referentes visuales y contextuales en torno a este concepto están asociados a lo erótico. En moda por ejemplo, pensar en seducción suele asociarse a poca ropa, escotes pronunciados, trasparencias, prendas que marquen el cuerpo y a una actitud provocativa.
Recientemente he descubierto que la "Seducción" es un tema mucho mas complejo e interesante, que guarda una profunda relación con la personalidad y con la imagen, y que dentro de este contexto la moda juega un papel fundamental.
La seducción abarca todos aquellos rasgos del comportamiento y la actitud que predisponen a otros a fijarse en una persona determinada, no basándose solo en lo material ni en el aspecto físico sino en lo que hacemos, en todo ese juego psicológico y conductual que cautiva, atrae y convence de que se es el objeto de su deseo. Es de alguna manera un "arte del engaño" que genera como respuesta el deseo de poseer aquello que lo produce, y no solo aplica a las personas, sino que también puede abarcar objetos inanimados, ideologías y afectos. Además de ello, el acto de seducir debe corresponderse con la personalidad, el carácter y el ser de la persona que seduce, puesto que se trata de un comportamiento no verbal que exterioriza aspectos de uno mismo.
Si llevamos todos estos elementos al terreno de la moda, nos daremos cuenta que el acto de vestirse con un determinado estilo, en función de nuestra personalidad y nuestros gustos, es igualmente un acto comunicativo de nuestro ser, y puede volverse una herramienta de seducción muy potente. No se trata solo de vestirse de forma sugerente, sino de fascinar con cosas tan sencillas como una mirada, una sonrisa, un ademan, nuestra postura corporal, nuestro perfume, etc., y que además vaya en consonancia con los colores de nuestras prendas, su corte, sus formas y sus líneas. La imagen personal es la carta de presentación del estilo de mujer que somos y de nuestra capacidad para seducir, independientemente de la intención con la que lo hagamos. Revela mucho de nuestra personalidad, de nuestro matiz, y en este sentido, debemos cuidarla al máximo.
Podemos ser una mujer profunda e intensa, de aire intelectual, con ideas fuertes y mucha personalidad

Podemos ser delicadas y etéreas, frágiles y románticas princesas atrapadas en una sociedad dinámica y mecanizada

O quizá nos divierta más ser ingenuas y sensuales a la vez, una mezcla casi accidental y tóxica, con efectos explosivos sobre aquel que se nos cruce en el camino.

Y por qué no? También podemos ser sensuales y atrevidas, explotar nuestra feminidad, nuestra sexualidad y belleza más salvaje de forma descarada, enloqueciendo a todos con nuestro poder.

Podemos ser la mujer que queramos ser, vernos y sentirnos como nos apetezca. Lo importante es que tengamos seguridad en nosotras mismas, que tengamos nuestras ideas claras y sepamos quienes somos, para que podamos vestirnos en consecuencia, que nuestra imagen sea el envoltorio de todo ese potencial maravilloso que se esconde en nuestro interior.
Las grandes musas de la feminidad y la seducción lo han tenido claro siempre, y se lo han trasmitido a las generaciones posteriores...

Ahora nos toca a nosotras jugar a ser la mujer que queramos ser y seducir a todos con nuestra imagen y nuestros encantos!! No es tan difícil como parece... Es solo cuestión de usar la imaginación y dejarnos llevar por nuestra esencia. Los invito a intentarlo!!
Feliz Semana y Hasta la Próxima!!

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